Pasión e inocencia

La ilusión se me escapa con la vida. Cada día me siento menos capaz de ilusionarme, de apasionarme. De engañarme por exceso y no por defecto. Por mucho que me convenzo de que todo va a ir mejor de lo que imagino, ya no me lo creo.

En este estado, es difícil tomar decisiones. Apenas puedo buscar el viento con mis velas agujereadas y laxas. Cada pequeña ráfaga me encara a un horizonte distinto que tampoco alcanzo a ver. Con mis últimas fuerzas, querría cambiar el viento.

Decidir sin pasión, actuar sin inocencia. Os protejo de mí. Como un perro de pueblo que no distingue las caricias, y rehuye cualquier mano en alto. Cuando decida atacar, enloquecido, hará pagar a su presa por todos. Ese día seremos libres. Libres de responder a las caricias con cariño. Libres de huir o morder, o hacer levas en la perrera y tomar las calles.

Con pasión, e inocencia. Con ilusión, y decidido.

No hay comentarios: