A tí que no estás

No sé si quiero desahogarme o hablarte.
No sé que quiero decirte, ni si te interesa ya.
Ni si quiero que me leas, o a donde quiero llegar.
No sé qué es bueno o quién soy.
No sé como va a sonar.

Quisiera que te arrepintieras.
Que supieras lo mismo que yo.
Que se acabe este absurdo de mierda.
Que cuentes conmigo otra vez.
Quiero ser tu refugio de siempre.
Quiero que vuelvas a ser carne.

No aguanto pensar que es imposible.
No quiero decir nunca más.
No puedo dejar de sentirme a tu lado.
No quiero creer que renuncias a mi.
No quiero que sea solo un recuerdo.

No sé estar sin tí.
No sé pensar nada más.

Sé que no debería ser así.
Sé que puedo hacerlo.
Pero no sé cómo, y no tengo ayuda.

Solo tengo clara una cosa.
Desde el primer momento.
Mucho.
Como a nada en el mundo.
Aún.
A pesar.
Siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El que no está, estará, pero la verdad es que siempre estuvo.
Guardé en mi armarito una letrita y la figura de mi amor, porque me distraigo mucho y no hay forma de meter un puto gol.
Pero Tú si estás