Para un miércoles

Resulta que tú me conocías más que yo a tí. Aún no entiendo qué morbo te hace venir a mi cueva, pero estaba deseando ver qué tal quedabas en ella. Me halaga tu interés, tus preguntas. Tanto que se me ha olvidado preguntarte nada hasta por la mañana. Me han fascinado tu curiosidad y tu franqueza. Eres ligereza y transparencia.

Se me ha hecho raro despertar en silencio. Primero he pensado: "llegas tarde", pero he caído en que no tienes prisa. Perdona por despertarte con sollozos, gracias por convertirlos en ritmo. Un ritmo roto, intenso, que sólo puede entender quien lo tiene dentro. Gracias también por disfrutar de él, por dejarte urilizar.

Espero que me estés esperando. Espero que quieras repetir, y seguir entendiendo mis secretos. Hoy voy a hacerte esperar. Voy a jugar a saber lo que estás pensando. Espero que sea lo mismo que yo estoy pensando. Casi sé que es así. Mañana es viernes, y repetimos.

2 comentarios:

Frito, Huevo Frito dijo...

"Aún no entiendo qué morbo te hace venir a mi cueva, pero estaba deseando ver qué tal quedabas en ella", no nos has contado qué tal quedaba en tu cueva?

Venom dijo...

Je je je

Al final me voy a sonrojar yo.

Digamos que no era lo que yo esperaba. Eso sí, ahora que he cambiado de cueva, tendré que hacer pruebas nuevas... ¿no?

Un beso